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2019 ESCANDINAVIA Y NORTE DE EUROPA Capitulo 3 de 5

  • Foto del escritor: Marcos Astegiano
    Marcos Astegiano
  • 20 sept 2020
  • 10 Min. de lectura

Capitulo Diez

Anteayer llegamos al pueblo nominado A y al hotel elegido, no había nadie en la recepción, solo un número de teléfono donde llamar. Llamamos, no english, solo noruego. Nos fuimos

En el cercano pueblito de Reine, bien al sur de las Lofoten conseguimos un complejo de cabañas world class. Espectaculares sus vistas y la calidad de la misma.

Por la mañana caminamos el pueblo, rodeado de secaderos de bacalao. El 93% del bacalao del mundo, se pesca en estas islas. Se lo seca, o se lo sala, o se lo vende fresco. Los secaderos son al aire libre, el cuerpo por un lado y la cabeza por otro. Aunque no se crea, de los inmensos secaderos no sale ningún olor pestilente. Solo si te acercas a unos pocos metros.

La técnica de secado es la misma de la época de los Vikingos, y para que se entienda, un bacalao seco, si se lo hidrata, a los diez años aún conserva sus proteínas. Era el alimento básico de los marinos vikingos.

Otro dato, vive en el mar de Barents, pero viene a desovar a estas islas. Cada hembra pone más de 4 millones de huevos. Solo 20 llegan a la adultez. Pero si solo sobrevivieran cuatro, aun se conservaría la especie y crecería su número. Su pesca está muy controlada por el gobierno noruego.

Les aseguro que hay Bacalao para rato, y para todos.

Sabíamos que en un pueblito aún más pequeño de nombre Eggun, en mitad de la isla, vive Matías, hijo de un matrimonio mendocino muy amigo nuestro. Matías (36) es guía de montaña y hace unos años, montó junto a otros socios una empresa de turismo aventura. Como nuestro destino original no pasaba por estas islas, no teníamos mucha información. Ahora que pasaríamos a unos pocos kms de él, lo contactamos para saludarlo.

La idea era darle un abrazo (no lo veíamos desde pequeño) y continuar viaje al norte de la isla.

Matías es de esos tipos a los que no se les puede decir que no. Apenas arribamos a su casa, insistió para que nos quedásemos a pasar el día. Lo hizo con tanto cariño que nos convenció.

Era mediodía. Él se fue a llevar a unos gringos a hacer turismo, nosotros aprovechamos para descansar. Llegó por la tarde, cenamos, nos pusimos al día y allí mismo nos invitó a participar de una remada en Kayak por el mar de Noruega para ver el sol de medianoche.

Esta es una actividad que la hace a diario, y junta unos diez a doce turistas aventureros cada noche. Es su producto best seller. Y por supuesto aceptamos.

En estas latitudes, durante el verano, el sol por más de dos meses no se pone. Pero a la medianoche, en esa sinusoide que realiza según les conté, es cuanto más bajo está en el horizonte. Así que es un espectáculo ver el sol cuando parece que está a punto de ponerse, como ilumina el mar. Se le llama el mar de oro por el color que adquiere.

Así que, con mucho coraje, a las 22 partimos un grupo de siete kayaks dobles más los dos guías (Mati y su socio Carlos) a remar por el mar.

He de aclarar lo siguiente. Estas islas están tocadas por la corriente del golfo, por lo cual, su clima no es ártico. En verano promedian los 15 grados de temperatura (las 24 horas, recuerden que el sol no se pone) y en invierno 0 grados. El agua está a tres grados en invierno y a 10/11 en el verano.

Primer punto. Es frio, pero no extremo

Segundo punto. Con esa temperatura en verano, si te caes al agua, bien no la pasas, pero de hipotermia no te morís.

Tercer Punto. La bahía en la cual remamos, esta bien protegida de los vientos (por más que esa noche hubo un poco y del oleaje)

Así que partimos, bastante asustados en un principio, porque si bien estábamos conscientes de que no había mucho peligro, de todos modos, ¡Estábamos en un kayak, a la medianoche, en el medio del mar del norte y en el ártico!

Lo intenso de la remada nos hizo entrar en calor y no sentir frio. Cuatro kilómetros mar adentro, aparecieron unos islotes de roca donde atracamos y la sorpresa fue que los guías traían café y té caliente más unas galletitas. En un islote perdido en el océano, supieron a gloria.

Al regreso quedamos de frente al sol, y si bien estuvo un tanto nublado, cuando aparecía teñía el agua de dorado. Observar eso, flotando en un kayak en la inmensidad del mar les aseguro que fue único.

Una experiencia única, que además de contárselas a ustedes, seguramente se la contare a mis nietos.

Regresamos a la una de la mañana, con el sol ya más brillante, nos fuimos a casa con Mati, abrimos un Chardonnay que traíamos, y seguimos conversando animadamente hasta las tres de la mañana.

Nos habíamos levantado a las siete. El día se hizo larguísimo, pero como no anochece, uno le sigue dando. Hasta que el cuerpo se da cuenta y cae duro a la cama.

Y se duerme como un tronco, importando un carajo si por la ventana entra el sol.

Pero este es un blog motociclístico, se preguntarán que cornos les importa un kayak.

Bueno, ahí voy

Ayer hicimos solo 80 kms por la bellísima geografía de la isla, hasta la casa de nuestro amigo. Allí se quedó descansando la 1250.

Esta mañana desayunamos junto a Matías, nos despedimos con mucha nostalgia y partimos al norte, a terminar de recorrer la isla y ya torcer hacia el este, para llegar a Suecia.

Fueron 420 kilómetros de ruta de montaña. Un motociclista sabe que una ruta de montaña nunca aburre. Así fue.

Los paisajes, imponentes.

El clima, pésimo. Lluvia permanente, acompañada de un fuerte (11m/s) viento polar, gélido y glacial que azotaba el agua contra nuestros cuerpos.

No tuvimos frio ni nos mojamos.

Pero no fue un perfecto día de moto.

Ya en el parque nacional de Abisko, en Suecia, a la mayor latitud norte que hemos estado, pegaditos a la frontera con Noruega, que después de diez días la dejamos con melancolía, nos hospedamos en un hotel de asepsia sueca, donde lo funcional prima a lo estético, nos dimos un bañazo caliente y en unos minutos nos vamos a cenar para luego des-can-sar.

Cerraremos bien los black out, para no ver más el día.

Mañana seguimos al sureste, recorriendo Suecia.

Saludos a todos



Capitulo Once

Les escribimos desde Oulu, una ciudad relativamente importante, en el norte de Finlandia.

Desde anteayer, solo nos dedicamos a cruzar Suecia por el norte.

Esta zona corresponde a la Laponia, y está por encima, o paralela al círculo polar ártico.

Si bien sus habitantes detestan ser nombrados Lapones (su nombre en Sueco, Noruego o Finés es Sami) a mí me resulta más fácil recordarlos por los helados de mi niñez.

Fueron 500 kms para atravesar Suecia camino a Finlandia, con pernoctada en dos pueblos: Abisko, cerca de la frontera con Noruega, y Overkalix, cerca del borde finlandés.

Los dos días, nos tocó buena temperatura (promedio 17 grados) y soleado en su mayoría.

Las rutas suecas son más derechas que las noruegas (mucho, pero mucho menos montañas de este lado), por lo que te permite promedios más altos.

Así que siempre llegamos tempranos a los simpáticos pueblitos suecos, lo que nos permitió recorrerlos y descansar.

Hoy, en vez de hacer un relato completo, me dedicaré a contarles diversas anécdotas o reflexiones.

Suecia

No puedo opinar con autoridad sobre este país. Solo recorrimos el norte y dormimos en dos pueblitos.

Es como si un extranjero quisiera opinar sobre Argentina habiendo conocido El Bolsón y Esquel en un par de días.

Haciendo esta aclaración, he de decir que los suecos que conocí me parecieron con más onda que los noruegos. Hay más gente en las calles (al menos HAY gente), salen a cenar, y siempre ves personas en las casas. En Noruega parecían abandonadas (si no lo estaban).

Los sentí más sociables, siempre teniendo en cuenta que son Nórdicos fríos.

Los paisajes, si bien son muy lindos, no son los noruegos.

Es que creo que cometí el error de comenzar el viaje al revés.

Debí dejar Noruega para el final.

Porque todo lo que veo ahora (y eso que son interminables bosques de coníferas, perfectos, a lo largo de todos los kms que hice, más granjas con casitas de manual, cada tanto) no le llega ni a los talones a esas montañas con nieve en su cima, árboles en su base, bañadas por agua de mar y surcadas por glaciares y cascadas, iluminadas con distintas luces según la profundidad de las nubes.

Digamos que Suecia tiene paisajes estándar.

Hábitos

Los escandinavos, (suecos o noruegos o finlandeses) tienen hábitos muy distintos a los nuestros, sobre todo con los horarios. Trabajan de 8 a 16 en verano y de 8 a 14 en invierno. El resto del día no salen y cenan a las seis de la tarde.

Todo bien para ellos

Pero no para nosotros.

Con amalia desayunamos a las 9,30, almorzábamos en algún restaurant de ruta a eso de los 14.30, y… o no cenábamos porque estaba todo cerrado, o cenábamos a las 18.30, con el almuerzo sin digerir.

Pasamos unos días así, hasta que nos organizamos.

Desde hace un tiempo desayunamos muy fuerte (aquí es fácil, el desayuno es un almuerzo), comemos un tentempié en alguna estación de servicio a las 14.00 (los panchos aquí son exquisitos) y a las 18.00, cuando llegamos a destino, vamos al super, compramos en la rotisería del mismo un salmón cocido, más unos cherrys y a las 22.00 cenamos en el hotel (no hay nadie, pedimos permiso para cenar en el comedor, anque en la habitación) y mantenemos nuestro ritmo de comidas como acostumbramos.

Sabemos que cenar comida rostizada no es lo mejor. Pero debieran ver lo frustrante que es hacerlo a las seis de la tarde. ¡Y a las diez de la noche (generalmente nos dormimos a medianoche) nos agarraba un apetito que nos daba ganas de comernos las sabanas!

Debieran ver la calidad del salmón en estos lares.

Alcohol

En estos países el invierno es muy duro. Sucede que la gente llega a su casa a las 14 después de laburar, se mete dentro, no puede salir por que hacen 15 bajo cero, es de noche y tienen tres metros de nieve fuera, están solos (recuerden que son poco sociables), prenden la tele, y porque no, a un par de horas le dan a un traguito. Por lo general de aquavit (vodka de acá).

Así se van cebando y terminan alcohólicos.

El alcoholismo los deprime, y el día menos pensado, agarran el arma y se pegan un cohetazo.

Sí, tienen la tasa de suicidios más alta del planeta.

Así que el estado (en Noruega es así, aquí en Suecia debo corroborarlo) prohíbe la venta de alcohol de más de 5 grados. Solo se comercializa en una cadena de locales monopólicos, que son del estado noruego (se llama así, Vinmonopolet) están solo en las grandes ciudades, y abren de 10 a 13, es decir en la hora en que la gente labura.

Demás esta decir que están plagados de impuestos y cuestan carísimos.

No sabría decirles si es una solución al problema, pero si les digo que es un problema para un par de mendocinos que andan en moto y gustan, bastante seguido, de tomar un vinito.

Así que antes de salir, por lo general, a pasamos por un Vinmonopolet, compramos dos o tres botellas de buenos caldos europeos y los portamos en la moto para nuestras cenas en el hotel.

Una solución argentina a un problema escandinavo.

¡Salud!

Fierros

Moto

Les hablaré un poco de la 1250, después de haberle hecho casi 5000 kms.

Es igual a la 1200 aguatera.

Excepto en dos cosas: la respuesta del motor, y el tablero.

El resto, conserva las buenas formas de su hermana anterior.

El tablero es fantástico. Tiene una Tablet allí delante, que mediante un par de teclas y un rodillo en el puño izquierdo te da toda la info que necesitas y más. Programable a gusto del usuario. ¿La única contra? Que se aparea con el celular, pero cuando guías con el Google Maps, no sale el mapa, solo flechas derecha o izquierda cuando debes doblar o tomar otra ruta o calle. Eso debieran mejorarlo.

Un buen adelanto eso del tablero. Además, mucho más visible que los relojes tradicionales. 10 puntos.

El motor es cosa aparte. El tema del árbol de levas variable le dio mucho más torque del que tenía, que ya era mucho comparado con la competencia.

Ahora, en bajos es un Mássey Ferguson.

Increíble, como a 50 km/h en sexta, la aceleras y sale disparada para adelante. Sin un quejido.

Impresionante

Si quieres, casi no usas la caja.

Arriba se nota que tiene más potencia, pero solo para aquellos que la exprimen a fondo en un circuito. No es para mí.

Me encantó

¿La diferencia con la 1200?

Mmmmmotor!

En nuestro caso, la moto va muy cargada. Debemos de tener más de 40 kilos de equipaje, más 110 kilos del que suscribe, más Amalia y sus…. No podría divulgar su peso. Amalia es una lady y nunca me lo dejó saber. Además, si lo supiera y lo dijese correría yo un riesgo físico.

En definitiva, muy cargados. Por lo que seteé electrónicamente el amortiguador trasero a su máxima compresión y dureza, para que me tirara más peso sobre el tren delantero, la puse en modo Dinamic (la respuesta más deportiva, porque no me voy a poner a ahorrar combustible a esta altura de mi vida) y toda la electrónica para que me proteja (ABS, ABS en curva, Control de tracción, etc.)

Nos lleva perfecto a los dos. 5000 kms y no notamos cansancio. Además, un placer manejarla.

Párrafo aparte para la maravilla que es el quick shifter (que también lo tengo en mi moto en Mendoza)

¡Es como tener el gatillo de una ametralladora en el pie izquierdo!

Mientras pasas a un auto, clack, clack, clack, subís tres cambios, llegas a la curva y plang, plang, plang, bajas tres. Todo eso sin tocar el embrague ni mover el acelerador. Maravilloso.

Además, han mejorado el tacto del embrague. En la 1200 LC es casi un On/Off. En esta esta mucho más dulcificado, va desengranando de modo muy sutil. Bien por ello.

Parece que la contra viene en el freno. Ya no son Brembo. Frenan igual de bien que antes. Eso lo aseguro. Pero parece que la duración de la pastilla del trasero ha desmejorado. SI sos de tocarlo mucho, dura apenas 7/8 mil kms. En la rentadora me lo hicieron saber. “Ojo con el trasero que vos vas a hacer más de 10 mil kms, y si le das, vas a tener que cambiar pastillas” (a costo de ellos por supuesto). Por las dudas, lo toco poco. No me gustaría andar buscando un concesionario en Polonia…

Autos

Noruega es el país que más autos eléctricos tiene. El 2018, la cuota de mercado de los eléctricos llego casi al 30% de los autos 0km vendidos. ¡30%! Tres de cada diez autos son eléctricos. Y el 80% son Teslas. (corroborar estadísticas en internet)

¿Cómo lograron eso? El gobierno quitó todos los impuestos a los autos eléctricos, les permite estacionar gratis en las calles, la patente es baratísima, pueden utilizar el carril de los ómnibus y taxis, no pagan peajes, y la electricidad en los cargadores rápidos (Noruega tiene la mayor cantidad de cargadores rápidos por habitantes del mundo) es gratuita.

Es increíble la cantidad de Teslas que se ven en las rutas.

En el resto de los autos normales, Volvo gana por goleada. En Noruega, Suecia y Finlandia, Volvo es el rey.

Por supus, todo el parque automotor, supernuevo.

Comenzamos a bajar al sur. En un par de días llegaremos a Helsinki

Allí les seguiré contando

Abrazo grande a todos



1 comentario


negmdq
18 jun 2022

Has escuchado hablar de la envidia sana

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