2019 ESCANDINAVIA Y EUROPA DEL NORTE Capítulo 5 de 5
- Marcos Astegiano

- 3 oct 2020
- 10 Min. de lectura
Capitulo Catorce
Ayer partimos temprano para desandar los 500 kms desde Vilna a Varsovia.
Los primeros 100 hasta el límite con Polonia transcurrieron con los mismos paisajes vistos en Lituania por camino doble mano con poco tráfico.
A los pocos kms de entrar en Polonia apareció un frondoso bosque por mucho tiempo.
No lo tenía a Polonia con esos paisajes.
Bellísimo, sobre todo porque la ruta transcurría dentro del bosque.
A diferencia de Escandinavia, donde la banquina tenia unos treinta metros por lado hasta el primer árbol, aquí los arboles estaban a un metro del pavimento.
Así que no solo tenias la sensación de estar dentro, sino que los aromas del bosque se percibían aún con el casco puesto.
Una belleza
Lo hicimos a ritmo lento, disfrutando.
Al principio del viaje, nuestro GPS dejó de funcionar. Desde hace unos años que me llevo muy mal con Garmin, algo que les contaré en detalle algún día.
Así que Google maps en el celular desde entonces.
Y todo bien.
Mr. Google Maps nos desvió de los bosques y nos envió por una ruta comarcal (casi una senda) por muchos kilómetros. Muy pero muy lindo.
Los últimos 150 kms transcurrieron por una muy buena autopista, donde la máxima era de 130 pero ningún polaco la respetaba. Iban todos a 140/150.
Así que nos prendimos a la velocidad del tráfico. Placer, después de tantos días de circular a 4000 vueltas poder exprimir un poco la 1250.
Un poco antes de llegar, nos detuvimos en un área de servicio gigante, a repostar y comer algo.
Ahí vino la segunda buena sorpresa.
Polonia es de los países más baratos de Europa.
En un buen restaurant de la ruta, pedimos dos pechugas de pollo grilladas, con unas buenas ensaladas, dos latitas de coca, un postre para compartir y dos cafés.
Pagamos por todo eso 14,50 euros.
Exactamente lo mismo que en Noruega hubiéramos pagado por las dos latitas de coca.
Bien ahí
Viendo esos precios, nos alojamos por los dos días que estaremos aquí en un 5 estrellas, que nos cuesta lo mismo que una cabaña en el interior de Escandinavia.
Los 500 kilómetros los hicimos en siete horas. Pero como fueron muy entretenidos no nos pesaron.
Por la noche fuimos a cenar a un restaurante típico, y la tercera buena noticia fue que la comida local es muy buena. Le entré a un garrón de cerdo con chucrut, ayudado por dos cervezas blancas locales.
Nos fuimos a acostar atiborrados de comida.
Hoy día libre en Varsovia, dejamos descansar a la beeme y lo comenzamos con un city tour muy bueno.
Resumo. Polonia es uno de los países de Europa con menos historia antigua o clásica. Fue una monarquía que pasó desapercibida, quienes siempre gobernaron desde Cracovia, que fue la capital del país hasta el siglo pasado, donde uno de los reyes, Estanislav II la cambió por Varsovia.
Este rey, se enamoró de Catalina de Rusia, se fue a vivir a con ella y le entregó el país a Rusia, Suecia y Alemania, quienes lo dividieron en tres partes y lo tuvieron por 120 años.
Aquí se lo recuerda como el rey traidor, si bien colmó de lindas obras a Varsovia.
Recuperaron el país en la primera guerra mundial, pero 20 años después, fueron los primeros en caer bajo la tutela nazi, en una toma del país bastante sangrienta.
Durante la ocupación, los alemanes crearon un barrio de 2x2 kms y enviaron a todas los judíos allí, formando el gueto de Varsovia del que ya todos sabemos.
Para 1943, el hacinamiento era tal que se los llevaron a campos de exterminio y dinamitaron el barrio.
En 1944 los Varsovianos intentan una revolución casera contra los nazis, les sale mal, y en represalia los alemanes destruyen la ciudad en un 90%.
Fue la segunda ciudad más destruida en la segunda guerra mundial después de Berlín. Ver las fotos de la ciudad al finalizar la guerra da pavura.
A Polonia la liberan los rusos y se quedan con ella. Allí comienzan 50 años de resignación polaca ante el soviet.
Finalmente, gracias a Walesa y Wojtila logran ser de los primeros en liberarse y comienzan un camino de prosperidad que aun continua.
Como se desprende de esta brevísima narración fueron un pueblo muy sufrido.
Y se les nota.
Después de enterarnos de todo esto, y recorrer la parte antigua de la ciudad, que fue reconstruida ladrillo a ladrillo con colectas ciudadanas en tiempo del comunismo, nos fuimos a escuchar algo maravilloso.
Justo enganchamos esta tarde un concierto de piano, ejecutado por una eximia concertista, dedicado a Chopin, héroe local.
Fue en la arquidiócesis de la catedral, con poco público.
Escuchar la Polonesa, en Varsovia, donde fue compuesta, un lujo.
Me retrotrajo a mi niñez. Mi madre (que ya no está) la ejecutaba en el piano de mi abuela.
Muy buenos recuerdos, que me dejaron muy sensible.
Mañana partimos a Cracovia, ciudad que se salvó de los bombardeos alemanes y tiene más historia que Varsovia.
Hasta entonces
ESCANDINAVIA Y EUROPA DEL NORTE
Capitulo Quince
Llevamos ya 24 dias de viaje y por primera vez comenzamos a darnos cuenta que este viaje tiene un final y que no está muy lejos.
Nos queda una semana, y nos parece que llevaramos una vida viajando.
Eso, es un buen síntoma.
Una curiosidad. Desde hace tres días, que descubrimos algo perdido:
La oscuridad.
Estuvimos 18 dias con luz solar plena. Y nos acostumbramos tanto que nos habíamos olvidado de que existían anocheceres y amaneceres!
Y no lo extrañamos. No me explico por qué.
Ayer salimos de Varsovia por la mañana a desandar los 300 kms hasta Cracovia.
Nos sorprendió una estupenda autopista en todo el recorrido.
Así que a 130km/h, en tres horas estuvimos en destino.
Lindo hotel antiguo, y a recorrer la ciudad vieja, de la mano de un buen guía en español.
Cracovia fue la ciudad donde nacieron los polacos. Hasta el siglo 10, no eran más que tribus que habitaban esa zona.
Guerreaban entre ellas, como siempre, y una se destacó. Esta fue la de los polacos, que fundaron su país allá por el 1100.
Pero como son un pueblo signado por el infortunio, en el siglo siguiente las hordas de Gengis Khan y sus mongoles le destruyeron la ciudad y la tomaron por 200 años. Una vez liberados, se unieron a los lituanos (en realidad formaron el grupo de las dos naciones, pero los que mandaban eran los reyes lituanos) y por trescientos años fueron prósperos. Pero a partir del 1600 los tomaron sus vecinos rusos, austrohúngaros y prusianos y se quedaron con la ciudad y el pais hasta 1920…
El resto lo conté antes.
Tienen una gran enemistad con Varsovia, ya que el rey Segismundo en el 1600 se llevo la capital a esa ciudad, y desde entonces quedó la inquina.
Ahora bien, los nazis la tomaron pacíficamente después de la ocupación de Varsovia, y como los Cracovinos nunca se le sublevaron (no sabemos si por inteligentes o cagones) los nazis no tocaron la ciudad.
Ergo, es una ciudad que esta entera, y tiene una de las plazas medievales más lindas de Europa.
Placer caminar por ella. Tiene muy buen movimiento de gente y no se palpa la onda sufrida de Varsovia.
Tiene cientos de restaurants y barcitos. Algunos muy buenos, como el restó gourmet donde cenamos anoche.
Los precios, siempre baratos para Europa.
Hoy nos levantemos temprano, armamos los petates y partimos a las famosas minas de Sal de Wieliczka.
Recordemos que en la antigüedad, la sal era muy valiosa dado que era la única manera de conservar alimentos en el tiempo.
Los cracovinos descubrieron en el 1300 una fenomenal mina subterránea de sal, que proveyó a toda Europa hasta 1996, cuando, setecientos años después, concluyó la explotación.
Los ingresos por la sal en Cracovia significaban el 30% del total. Se imaginan que la mina era importantísima, y la explotaron todos los que invadieron Polonia, continuamente.
700 años de explotación de una mina subterránea, la puedo graficar en números:
300 kms de túneles subterraneos
300 metros de profundidad
2500 galerias
100.000 toneladas anuales
2000 mineros en forma permanente.
Imaginense el hacinamiento, los índices de mortandad para aquellas épocas, donde se subia el mineral a hombro, y la gente vivía dentro de la mina.
Con derrumbes, inundaciones (por las napas) y explosiones (por el metano) a diario.
Desde 1960 se pueden visitar, y hoy en día son una de las principales atracciones de Polonia.
La visitan más de un millón de turistas al año, tienen una organización impecable, con guias grupales en todos los idiomás y una escenografia y puesta en escena magnificas para mostrar como se trabajaba. Tan buena que supongo que habran importado un par de gerentes de Disney para ello.
El tour cuesta 25 eurillos por capita. Creo que el turismo se ha transformado en más rentable que la extracción de sal…
Sorprendente y muy instructivo.
Los turistas solo bajamos hasta los 135 metros de profundidad, caminando por 3 kms de pasillos, y visitamos 20 de las 2500 galerias. Es decir, un uno por ciento de la mina. Y eso, ya es monstruoso.
La visita duró tres horas y valió cada minuto.
A la tarde partimos a Budapest, distante 400 kms, con la idea de hacer noche a mitad camino donde nos encontrara el cansancio.
La ruta transcurre por los Cárpatos occidentales, una cadena montañosa hermana de los Alpes y de características similares.
Por lo cual, casi todo el viaje sucedió por caminos sinuosos, montañas tapizadas de pinos y cientos de pueblitos con construcción alpina.
Un poema.
Nada que envidiarle a los Alpes franceses, suizos o alemanes.
Me divertí pilotando y paisajeando.
Llegamos a Banska Bystrica, un centro de esquí ya en la república de Eslovaquia, en el Macizo Bohemio de los Carpatos donde estamos haciendo noche en un buen hotel.
Muy rica cena en el mismo alojamiento, y a la cucha, que hemos tenido un día muy intenso.
Mañana Budapest
Abrazo a todos
ESCANDINAVIA Y EUROPA DEL NORTE
Capitulo Dieciséis
Y el sábado llegamos a Budapest.
Eran solo 200 kms, pero hubo un tráfico de locos, que ralentizó y fastidió el trayecto, además, que la temperatura, que estaba en 24 cuando salimos, comenzó a subir, y subir y llego a los 32.
Llegamos como a las dos de la tarde, habiendo salido 10.30.
Amalia, como siempre consiguió “el” hotel.
Sobre la margen del Danubio en la zona de Buda, no estaba pegado al rio. Estaba en el rio.
Magnifica habitación, con el Danubio prácticamente dentro y con buen aire acondicionado.
Salimos recién por la tardecita, para evitar la canicula.
Budapest es una ciudad, como Praga, que en el siglo pasado dependió del Imperio Austríaco.
Los Habsburgo, además de poder y dinero, tenían un exquisito buen gusto (véase Viena sino) por lo que a la ciudad la plagaron de palacios y preciosos edificios.
Al final de siglo, para quedar bien con los hungaros, denominaron al imperio “Austrohungaro”. Pero fue una falacia. Los húngaros ni la veían.
El resultado es que la ciudad es una jo-yi-ta
No hay edificio que no esté ornamentado, plagada de esculturas y una calle más linda que otra.
Ni hablar de sus iconos como el parlamento, el bastión de los pescadores, la basílica de San Esteban, entre otros.
Bellisimo
Y además, los húngaros le ponen movida a la ciudad.
Guarda que no es Roma.
Pero tiene buena onda,
Y hay buena gastronomía también. Incluyendo muy buenos vinos propios, como el de Tocai, por ejemplo.
Exceptuando los tres grandes monstruos, me refiero a Paris, Londres y Roma, y dejando a Florencia y Edimburgo en otra categoría, en mi opinión, después de Viena, le sigue Budapest.
Por delante de Praga.
Cenamos frente al Danubio y el domingo, ya con una temperatura muchísimo más baja hicimos los tours correspondientes, además de caminar, caminar y caminar.
Que consideramos es la forma de conocer una ciudad.
Dos días en Budapest, con la promesa de regresar por más.
Este Jueves sale nuestro avión a casa.
Tenemos 1200 kms hasta Frankfurt.
Decidimos hoy adelantar y hacer unos pocos.
El día esta fresco y es todo autopista de buen ritmo.
Completaremos entre mañana y pasado, para estar un día antes en destino.
Le dije a Amalia que buscara un lugar a unos 200/300 kms más allá de Budapest, cerca de Viena. No dentro de esta ciudad, ya que sería un engorro entrar y salir.
Así que acá estamos, 50 kms antes de llegar a Viena, en un complejo comercial impresionante que Amalia sospechosamente encontró de casualidad.
Se trata de un Shopping al aire libre, con miles de comercios, muy fino, de buen gusto y con todos los servicios, incluyendo el hotel donde nos estamos hospedando.
Aquí se congregan todos los Vieneses y austriacos que andan de compras.
Mientras escribo esto, Amalia salió y está aprovechando para comprar los regalitos a la familia.
No estoy nervioso como debería estar un marido sabiendo que su señora salió al shopping para sacarle filo a la Mástercard.
Amalia sabe que en la moto no cabe un alfiler.
Al menos, con ese pensamiento me consuelo
El Jueves, el epilogo del viaje
Hasta entonces
ESCANDINAVIA Y EUROPA DEL NORTE
Capitulo Diecisiete
Amalia estuvo muy decente con las compras
O yo ya estoy entregado.
Pudimos acomodar, con mucho ahínco, hasta el último petate entro de los bolsos y maletas, y cargados partimos.
A los 450 kms de buena autopista, que transita los Alpes boreales, con paisajes increíbles, así como con excelentes promedios de velocidad, decidimos parar y quedarnos a solo 300 y tantos kilómetros de Frankfurt.
Paramos en una ciudad llamada Regensburg, más conocida para los latinos como Ratisbona.
Sin saberlo, nos detuvimos en una de las ciudades goticas (me refiero a su estilo arquitectónico, no a Batman) mejor conservadas de Europa.
Nos enteramos apenas tuvimos Wi Fi
Resulta que su centro histórico se mantiene como en el siglo 14, sin haber sido nunca dañado ni reformado. Ha sido sede el imperio Romano Germánico durante siglos y se ha conservado perfecta.
Apenas dejamos el hotel para sorprendernos con sus construcciones intactas de hace 600 años, apareció su gigante catedral gótica.
Nada que envidiarle a Notre Dame o Chartres.
Magnífica
Con la suerte de que al día siguiente había concierto de órgano, así que ese día fue el ensayo. Amalia y Marcos adentro, sintiendo como el sonido del tremendo órgano y los vitrales de tamaña catedral nos movían las tripas.
Acojonante
Terminamos al lado del Danubio (aquí nace) cenando unas bratwusrts con Sawerkraut (salchichas locales con chucrut) regadas con ingentes cantidades de Wiessbier.
Hoy desandamos los 330 kms por una impecable autopista que transcurre por la selva negra.
Llegamos al hotel, desensillamos y fuimos a devolver la 1250.
Y ahí, me quebré
30 dias de compartir, soñar, reír, disfrutar, regocijarse, gozar, saborear, percibir, amar, formar parte, corresponder y sorprenderse se terminaban.
Siempre sé que lo mejor está por venir
Pero la nostalgia pesa.
Un viaje increíble.
Que sirvió para reforzar la pareja, aun con tantos años de convivencia a cuestas, y para demostrarse que aun a esta altura de la vida se puede ser aventurero.
Epilogo
En primer lugar agradecer a Amalia
Ella es mi esposa, amante, socia, compañera, amiga y copiloto (orden aleatorio) durante estos últimos treinta y siete años.
Disfrutó mucho del viaje, pero también se bancó sin chistar a este viejo cascarrabias.
Gracias divina.
Van unos datos duros
9087 kilómetros recorridos
499 litros de combustible
126 horas arriba de la moto
31 días
2 cubiertas acabadas
12 países
2 husos horarios
9 capitales
29 diferentes hoteles
58 veces hicimos y deshicimos los bolsos
18 días sin ver la noche
6 diferentes monedas
Todo proyecto terminado, automáticamente genera uno nuevo
¡2020, Portugal y Sur de España allá vamos!
El día que no tenga más proyectos, ese día, estaré muerto.
Gracias por seguirnos
Frankfurt, 11 de Julio de 2019






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