2006 Cronicas Peruanas Capitulo 5
- Marcos Astegiano

- 17 abr 2020
- 3 Min. de lectura
Sábado, 17 de junio de 2006.
DIA NUEVE
Antes de describir el día nueve, permítaseme verter mi opinión sobre Los Incas y su imperio.
La verdad que yo no tenía mucha información acerca de ellos. Tampoco me interesaba mucho.

Pero siempre compré el “aura” de genialidad, espiritualidad, tecnología y organización que poseía esta cultura.
Después de lograr más información en este viaje, puedo afirmar que en realidad se trató de uno de los tantos intentos de
civilización que fenecieron en este planeta. Si bien comparados con cualquier indígena americano su civilización fue ejemplar, cotejados con las civilizaciones existentes contemporáneamente en Europa y Asia, dejaban muchísimo que desear.

En realidad eran buenos agricultores, malos guerreros, y excelentes picapedreros.
Su religión era muy, pero muy básica. Carente del misticismo que se le promueve.
Su tecnología era precámbrica.
Sus conocimientos de astronomía, si bien parecen espectaculares, como eso de alinear piedras para que los rayos del Sol coincidan con no se que altar, eran mínimos comparados con los enunciados de Ptolomeo en Grecia… 1300 años antes de los Incas!
Creo que la falla principal de esta cultura fue la de no tener alfabeto.
Y la de confiar en los españoles, por supuesto.
Enunciado esto, para que quede claro que sus cultivos en terrazas me impresionaron menos que los Piscos de Carlos, el grupo este día Sabado decidió no subir al Machu.

Para qué dejar nuestro óbolo a Orient Express si se lo podíamos dejar a Carlos.
Además, con Juancho nos prometimos no subir a escalar el Huayna Pichu (un cerro que nace al pie del Machu) así teníamos excusas para volver otro año.
Nos levantamos tarde, tomamos cafecitos en precioso Bar a la vera de los caudalosos ríos de la zona (es selvática). Y tipo once partimos a lo de Carlos, perdón, a las termas, a continuar hidratándonos.
Hasta la hora de partida del tren.

Dormimos todo el viaje.
Esa noche en Cuzco, cenamos en buen restaurante y a la cucha.
Confirmamos que en Perú todo es asequible, excepto los vinos. Los tomables, son caros, los buenos, prohibitivos. Y nosotros tomábamos tres botellas por comida. Si. Los vinos eran caros. Pero no por ello dejamos de tomarlos.
Domingo, 18 de junio de 2006.
DIA DIEZ

Planeamos salir en las motos (hacía tres días que no montábamos) al valle sagrado, que no es otro que medio camino a Machu Pichu, pero no ya por tren, sino por carretera.
Pasamos a despedirnos de los tíos de Amalia, quienes nos saludaron en su casona desde su balcón con marquetería colonial - fue un cuadro de la época de la conquista – y partimos rumbo a las ruinas de Saqsaywaman (o algo parecido), las que vimos por fuera, ya que por el costo de la entrada nos pareció que habia alguna mano negra europea por ahí.

Continuamos camino por un valle de paisajes muy bonitos.
En Pissac, uno de los tantos pueblos del valle, existe una feria artesanal de muy buena calidad y mucho renombre.
Vale su fama. Gracias a que viajamos en moto, y que su capacidad de carga es restringida, no dejamos todos nuestros travellers checks en Pissac. Que cantidad de artesanías lindas Dios Mio!!. Juramos con Amalia volver en una pickup con trailer.
Los muchachos siguieron por el valle con destino a Ollantaytambo, lugar donde existió otro asentamiento Inca. Amalia y yo volvimos a Cuzco por siesta.
A la noche, fuimos a cena de despedida a la paqueta zona de San Blas. Restaurant coqueto, buena comida, mucho vino y abultada cuenta.

Cerramos la noche en el Norton´s Rat Bar, que como se deduce, es un pub motoquero decorado con muy buen gusto. Dejamos nuestro relato en el libro de visitas.

Lunes, 19 de junio de 2006.
DIA ONCE

Pero que lindo Cuzco!
Quedó sellado el pacto de regresar.
La mayor cantidad de veces posible.
Partimos temprano con destino a Arequipa.
Largo viaje donde pasamos por un paso de gran altura (5100) y agreste paisaje.
Ya Juancho el día anterior nos hacía notar de ciertos quejidos en la transmisión de la África.
Llegamos a Arequipa de noche (cuando no).
Nos sorprendió la ciudad.

Muy occidental y moderna su construcción. Plagada de negocios actuales, con buena hotelería intermedia, repleta de cadenas de restaurants internacionales, y muy prolija.
Claro, habíamos salido del altiplano.
Cenamos en un muy americano chicken no se cuanto.
Y a dormir

Recorrimos 602 Km.
Continuara...






Inolvidable, impecable y el grupo de amigos, lo mejor!!!!!!! Gracias Marcos por estas crónicas de un viaje que jamás olvidaremos!!!!!! Abrazo
Fantástica descripción, me hiciste volver a ese lugar, felicitaciones