2012 Los Alpes en Moto Capitulo 2 de 3
- Marcos Astegiano

- 25 abr 2020
- 4 Min. de lectura
St. Moritz 14-6-12
Días 2 y 3
Los alemanes son muy organizados, y por lo tanto muy precisos.
Predijeron que el miércoles iba a seguir lloviendo y el jueves saldría el Sol.
Acertaron.
El miércoles mientras desayunábamos en Fussen caía una tenue llovizna. Cambiamos los planes: Iríamos a visitar el castillo de Ludwig y seguiríamos al destino planeado (Vaduz) por autopista.
Nada de camino montañoso, sinuoso, con niebla y mojado.

Así hicimos, en un momento que paro de llover fuimos de visita al castillo (es en el que se inspiró Walt Disney para el castillo de la cenicienta y de Magic Kingdom).
Fue muy valido.
Luego, ya con lluvia partimos a Vaduz.
Los primeros kms de autopista los hicimos tranquilos, luego, entre enlaces de Autobahn, tuvimos que hacer unos cuantos kms por caminos comarcales.
Bellísimos
Tomamos otra autopista que nos dejo en destino.
Vaduz es la capital del principado de Liechtenstein. El príncipe, que habita con su familia en el castillo, se lo ve haciendo las compras a diario. Es la meca de la evasión de impuestos del mundo. Un paraíso fiscal bien visto. Son solo 6000 súbditos. Y viven muy bien.
Lineu, quien se encargo de toda la organización y logística del viaje, se saco 10 puntos a la fecha

Buenos recorridos, excelentes hoteles, buena información, etc.
En Vaduz consiguió un hotel en un sitio muy alto, por lo que el paisaje de los Alpes nevados fue un sueño.
Los alemanes, suizos y austriacos son muy organizados y eficientes.
Pero se acuestan temprano. Tempranísimo.
A las 20:30 cierran todos los restaurant y bares. Y las ciudades mueren.
Salimos con Lineu a dar una vuelta en moto a las 10 y media de la noche y estaban cerradas hasta las estaciones de

servicio. Nada abierto.
Nosotros con hambre y sin sueño. Desesperante.
Conseguimos que el dueño de un restaurante cerrado, que estaba de farra con sus amigos nos vendiera una botella de vino.
Al menos nos quitamos las penas en las habitaciones del hotel.
En este corto viaje (170km) pasamos por cuatro países: Alemania, Austria, Suiza y Liechtenstein.

Te das cuenta cuando cambias de país por como ordenan la leña en la campiña: Muy ordenada los austriacos, excelente los alemanes e impecables los suizos. Cosa de locos. Las pilas de leña parecen hechas de Lego.
Ya el jueves fue otra cosa
Sol, como predijeron los alemanes.
Así que hicimos una pequeña caminata por Vaduz (es todo cerro, subidas y bajadas, quede exhausto) y a montar con destino St. Moritz, distante 165 km.
Habíamos trazado un camino muy sinuoso, cruzando dos pasos muy famosos:
El Julierpass y el Aulanpass.
Solo salir de Liechtenstein ya nos sorprendió la cantidad de motos que circulaban. Doblaban la cantidad de coches. Y todas buenas y nuevas.
Nomás hacer quince minutos de los Alpes ya me di cuenta de que tenía dos alternativas:
Admirar el paisaje
Pilotar
Ambas juntas imposible.
Las vistas son de ensueño.

El trazado de las rutas, de ensueño también. Miles de curvas en subida y bajada, en un asfalto impecable, empujan a andar fuerte.
Pero una villa de montaña cada 5 km, rodeada de verde también te desconcentra.
Decidimos disfrutar el paisaje.
Así que despacito ibamos admirando mientras nuestras compañeras documentaban las vistas fotografiándolas.
Las demás motos que andaban por los Alpes nos pasaban como parados.
Siempre respetando la señalización y la velocidad máxima que es de 80. Pero lo sinuoso del camino hace que a 80 solo pueda circular Valentino

Almorzamos un tentempie en Davos.
También con Lineu aprovechamos para poner al día las cuentas. Esa ciudad incita a la economía.
Al salir de Davos entramos al Julierpass. Un paso de montaña que sube de los 900 metros donde esta Davos hasta los 2400. En una sucesión de curvas que corta el aliento. Me pare a sacar unas fotos (yo siempre iba delante ya que llevaba la navegación en el GPS) y Lineu me pasó. Cuando lo intente alcanzar este comenzó a subir la velocidad y a cortar curvas de una manera que hizo que concentrara todos mis sentidos en el pilotaje.
Ibamos muy rápido.
Me sorprendió la 1600.
El motor empujaba tanto, que deje la marcha en cuarta. No hacia cambios.

Doblaba un caracol casi a 20 por hora, aceleraba hasta la muy próxima curva y la moto salía como loca. Cortaba gas antes de entrar a la curva, peinaba el freno (con el dedo índice la paras en seco, Como frena!), tumbaba, acelerador y la moto salía aullando.
Inclina muy pero muy bien. Tanto que en caracoles nunca rozo el suelo nada. Y eso que ibamos dos a plena carga.

En un momento nos alcanzaron y nos pasaron un par de Erres (no se si eran Hondas o que, pero eran japonesas pisteras). Las seguimos por largo rato, para sorpresa de ellos y nuestra. No se nos escaparon.
Llegamos arriba del paso transpirados de tanta adrenalina, con una sonrisa que no cabía dentro del casco, y con algún moretón en la espalda, por los pellizcones de nuestras mujeres, desconformes con nuestro andar.
Le consulté a Lineu por que había arrancado tan rápido.
“Para fazer o teste de la moto”, me contesto en su portuñolenglish.
No me pregunten por el paisaje de esa zona. No pude sacar los ojos del camino.
Arribamos a la tardecita a Saint Moritz. Una ciudad muy fina, sofisticada, distinguida y por supuesto, cara.

El hotel (muy bueno Lineu!) era del tipo apart. Teníamos cocina y enseres. Sabiendo que estos nórdicos son de acostarse temprano, fuimos a un súper, compramos quesos suizos (que junto al chocolate, los relojes y las Victorinox estos tipos saben hacer), un par largo de botellas de vino Frances, pan, y accesorios para hacer una fondue de queso. En St Moritz, fondue con vino con vista al lago. Un cuadrito.
Este servidor tiene unos cuantos kilómetros de moto en el lomo, en gran diversidad de lugares.
Con autoridad puedo afirmar que los Alpes son el Paraiso del Motociclista.

Lo tienen todo: Paisaje, infraestructura, orden y unos caminos de ensueño.
Lineu, que es muy inteligente y dueño de una fina ironía, tiró una máxima que la reproduzco (en su Portuñol original)
“Se um ha sido sempre un bom motorista, a cuidado sempre de la sua moto, oleo tem sempre controlado corretamente e ha ayudado a outros motoristas, cuando voce muera, sua alma vai para os Alpes”.
Coincido
Continuará...






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