2002 Gran Bretaña en dos Ruedas Capitulo 2 de 3
- Marcos Astegiano

- 1 may 2020
- 4 Min. de lectura
El sur de Inglaterra

Partimos ese sábado bien al sur, hasta el canal de la mancha, precisamente a la ciudad de Brighton. El balneario (100km) más cercano a Londres.
Nos decepcionó. Un Mar del Plata más chico.
Almorzamos allí y partimos por
rutas comunales (evitamos autopistas para poder conocer la campiña) al oeste, con destino a la ciudad de Bath distante 180 Km.

La campiña Inglesa es como se ve en las películas: perfecta.
Preciosa para andar en moto. Rutas muy pequeñas (angostas), sin banquinas, con las propiedades pegadas al asfalto. Bellísimo
Muy lerdo eso si.
La máxima son 40 millas por hora (algo así como 65 Km.) y en los pueblos hay que bajar a 30, a veces a 20.
Hay un pueblo cada 5 millas.
Por lo que el máximo para andar por día es de 150/200 Km.
Y hay que hacer una parte por la campiña, y, cuando uno se cansa (tanta belleza empalaga) salir a la autopista y darle.
Las autopistas son excelentes, la máxima es 120 Km./h y no son caras (Una libra -1,5 dólar- cada 200km aprox.) y están llenas de servicios.
Claro que te perdes el paisaje.
Una de cal y una de arena
Como dije, lo mejor es un mix.

Llegamos a Bath (en realidad a un pueblito antes, donde había contratado por Internet un Bed & Breakfast en el campo) casi de noche.
Al día siguiente recorrimos Bath, una ciudad de la época de los romanos, con baños termales de esa era, muy bella.
Salimos a la tarde, para hacer 200 Km. hasta Fishguard, donde a la medianoche tomaríamos el ferry que nos dejaría en Irlanda.
Apenas salimos de Bath, donde habíamos tenido un clima precioso, apareció una nubecita en el cielo y comenzó a llover.
Hasta hoy.
Nos pusimos los trajes de lluvia e hicimos los 200 Km. hasta el ferry, pasamos por Bristol, un puente gigantesco nos unió a Cardiff, capital de Gales, donde a partir de allí, todos los carteles estaban en Ingles y en Celta.

Como respetan sus etnias estos tipos.
Llegamos muy temprano, por lo que unos lugareños nos recomendaron un Pub de la zona.
El pésimo clima que tienen estos británicos lo compensan con su saber hacer cervecero.
Que cervezas Dios Mio!
No hay una mala
Sea una Lager, una Ale o una Stout, todas son impecables.
Debe haber más de mil marcas. Y todas se sirven draught, es decir, tiradas.
Un regocijo. Y unos kilos de más a mi regreso, seguro.
Irlanda
El viaje en el ferry duro toda la noche. Habíamos tomado un camarote.
El mar en esa zona es agitado, por lo que no descansamos mucho.
A las 6 de la mañana estábamos en tierras de Irlanda del Sur.

Saben por que todo lo relacionado a Irlanda tiene el color verde?
Por que Irlanda es verde.
La vegetación (producto de las constantes lluvias off course) es imponente.
Bosques y praderas verdes hasta donde se pueda ver.
Nuestro destino ese día era la ciudad de Cork sobre la costa sur de Irlanda, distante 250 km del puerto donde llegamos.

Como era muy temprano, programamos nuestros GPS para no tocar autopistas y nos hicimos los 250 km por toda la costa sur. Un poema.
Llegamos a Cork a las 13:00 (hicimos 7 horas de moto para 250 km) al hotel, almuerzo liviano y siesta.
Llovió todo el camino.
Pero disfrutamos los paisajes a pleno.
También descubrí que mí querido traje de lluvia, adquirido en el 2006 y compañero de cientos de viajes había perdido su impermeabilidad.
Dicho en criollo, me había mojado hasta las bolas.

Así que me despedí de él con un dejo de nostalgia y me compre en Cork un traje de una pieza súper tech, tipo mameluco, lleno de etiquetas con nombres extraños como Goretex, Thinsulate, Kevlar, Multitech, HighTech, Microsoft, Cinemascope, Dolby System y no se cuantas cosas mas.
Cenamos en un pueblito cercano, buenos frutos de mar. Probamos los whiskys irlandeses pure malt exquisitos.
Fuimos y volvimos en taxi.
Al día siguiente nos esperaba Dublín a 200 Km.
Decidimos hacerlo por autopista.
Apenas salimos, a que no saben que? Comenzó a llover.
Paramos en un costado a estrenar mi traje súper tech.
Primero, no me entraba con las botas puestas.
Me saque las botas en la banquina de la autopista para, descalzo, descubrir que la humedad de Irlanda genera ortigas en la banquina.

Como arden la puta madre! Hacía desde mi San Jorge natal que no me agarraban las putas ortigas.
Luego de meter las piernas en el traje, me di cuenta que, con la campera de moto puesta, me quedaba chico…..
Gente como yo debía saber que un traje justo en la tienda, es chico e incomodo en la ruta.
Pero uno es un poco pelotudo.
Como seguía lloviendo, me lo encajé como pude.
Quede muy parecido a Pedrito Rico.
Un torero en moto.
A Dios gracias no me moje.
Pero respiraba incomodo.
Al llegar a Dublín, me compre un traje de dos piezas tamaño baño.
Si algún lector de estas líneas, se considera de talla mas chica que yo, y quiere adquirir un traje de lluvias High tech con escaso uso, tengo uno a la venta a buen precio….
Dublín es una ciudad extraña.
Underground la llamaría.
Estuvimos dos días. Es de esas ciudades que sorprenden. Gratamente a veces e ingratamente otras.

No sabría definirla.
Agostina dice que es resentida.
Y puede ser, ya que los Irlandeses resienten y siempre resentirán de sus más adelantados primos Ingleses.
No se
Pero volvería.
De sus decenas de atracciones, ataqué dos con fruición:
La visita a la cervecería Guinnes y la visita a la destilería del whisky Jameson, mi favorito.
Fantásticas ambas, sobre todo las degustaciones.
Al día siguiente, a la tardecita, autopista mediante, con lluvia, a Belfast, la capital de Irlanda del Norte. Cenamos y tomamos a medianoche el ferry a Escocia.
Continuará...






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