2018 ALASKA, sueño cumplido Capitulo 3 de 6
- Marcos Astegiano

- 8 jul 2020
- 5 Min. de lectura
Miércoles 13
Carmacks, estado del Yukon, Canadá
Hoy hicimos 630 kms.
Los paisajes siguen alucinantes.
El bosque se hizo más bajo, más denso, y los árboles caducos compiten de igual a igual con las coníferas.
Los lagos, son gigantes.

Patxi dice que su visera del casco es un LED de chotocientas pulgadas donde sintoniza Discovery Teathre o Animal Planet si hay fauna.
Suscribo
Hoy, excepto un Castor en un lago, no vimos fauna.
Viajamos rápido, ya le perdimos el miedo a la multa y vamos 115/120.
Si podemos, detrás de algún vehículo para que la multa la ligue él.

Y digo vehículo porque acá no hay autos.
85% casillas rodantes (maravillosamente grandes y lujosas) 10% motos y 5% camionetas. Autos no existen.
Los pueblos son escasos, a mucha distancia entre sí, y bastante precarios.
La gente muy amable, pero luce como en los documentales de Alaska. Rudos, parcos, grandotes y sufridos.
Muy pintoresco
Mañana tenemos pocos kms hasta Dawson City, ciudad famosa por la fiebre del oro del siglo pasado.
Aún se conserva como entonces.
Algunas estadísticas
Llevamos 6200 km en ocho días.
Aquí, en Carmacks, hoy anochece a las... 23.47! Y amanece a las... 4.15 de la mañana. 4,5 horas de oscuridad.
Estamos en el paralelo 62.

¡¡Es decir, 900 kms más cerca del polo norte que Usuahia del polo sur!!
El clima nos ayuda. 17 grados de media, sol la mayoría del tiempo.
Excepto 17 kms antes de llegar, que comenzó a llover
Otra vez mojados al hotel
¿Será broma?
Jueves 14
Dawson City, estado del Yukon. Canadá

Carmaks es un pueblito que debe tener doce o trece casas, un hotel y la estación de servicio.
Ayer cuando llegamos lloviendo, el hotel estaba lleno.
Preguntamos donde dormir, y en la estación de servicio nos ofrecieron una habitación chica con cama grande, a la que le podían colocar dos camas adicionales.
Nos preguntamos donde, ya que la cama grande ocupaba casi toda la habitación.
El dueño nos trajo dos catres.

Era eso o seguir 360 km hasta Dawson, bajo la lluvia.
Optamos por los catres.
Le dijimos que hiciera la habitación mientras nos fuimos al restorán del hotel.
Cenamos bien (salmón, por supuesto) y al regresar nos encontramos con los catres plegados y unas frazadas dobladas.
Nos tuvimos que hacer las camas...
Imagínense dos compartiendo cama matrimonial y dos en catres que parecían de piedra.
Dormimos poco y mal.

Ayudados por la luz del día que entró por las improvisadas cortinas por toda la noche.
Además, pagamos una cuenta como si hubiéramos dormido en el Hilton: 194 dólares.
La aventura a veces es dura y cara.
Desayunamos unas leches chocolatadas de la heladera más unas galletas que sospechamos que acá las hacen con pegamento (breakfast not included) y partimos temprano.

Los 360 km transcurren bordeando el bellísimo río Yukon y sus afluentes.
Estamos en primavera. Infinidad de flores lilas y amarillas bordean el camino.
Llegamos aquí muy temprano, antes del mediodía.

El pueblo es soñado.
Atrajo mucha gente en la época de la fiebre del oro, y se conserva con las edificaciones tal cual.
Lo mantienen impecable, pese al turismo que viene en tropel merced a un gran aeropuerto cercano.
Buen hotel, buena comida al mediodía y, por primera vez en nueve días, dos horas de siesta

Para reponer un cuerpo cansado.
Aquí hoy habrá sólo 3,45 horas de penumbra.
El día más largo será el próximo 24 de junio, que ocurre el solsticio de verano.
El sol durará 22 horas
Habrá fiesta en el pueblo ese día.
Lástima que no estaremos.
Mañana cruzamos a Alaska.
A Fairbanks, la segunda ciudad más grande del estado.
Próximo, lo escribo desde Alaska.
Y muy feliz
Vienes 15
Fairbanks, Alaska, EE. UU.
¡¡¡LLEGAMOS!!!
Salimos está mañana de Dawson, cruzamos el río Yukon en un ferry ynos lanzamos al límite con EE. UU., distante 115 km todos de tierra.


He de decir que muchos asfaltos de nuestro país envidiarían este camino de tierra.
Perfecto.
Impecable.
Íbamos a 120 por hora y no sentíamos un salto.
Llegamos a la eficiente aduana y a sacarse fotos en el cartel de bienvenida a Alaska.
Continuamos por tierra un rato hasta Tok, donde comenzó un asfalto también impecable.
Hicimos 630 kms hoy.
Muy tranquilos, ya que la alegría de haber cumplido el primer objetivo nos relajó.

Hicimos nafta por tercera vez en Delta Juntion, donde termina la Alaska highway, la cual transitamos por casi sus 1460 millas.
A poco de llegar a Fairbanks, veo un cartel que dice Eielson Air Force Base.
Recordé que en Alaska había una base aérea importante, sede de los Red Flags, para defensa aérea en el caso de que Rusia los ataque por el estrecho de Bering.
Le iba a sacar una foto al cartel, pero preferí seguir para no demorar.
Grande fue mi sorpresa al ver la base entera a la vera del camino, con la pista paralela a cincuenta metros de la ruta, ¡y.... cazas en cabecera de pista para despegar!

Nos vimos el despegue de dos F16 y tres F15. Con sus toberas al rojo por el uso del postquemador y haciendo un estruendo tremendo.
A los cuatro nos encantan los aviones, así que fue una experiencia alucinante.
Al último traté de correrlo con la Yamaha como Tom Cruise en Top Gun.
Sin éxito
Fairbanks es una ciudad grande y con mucho tránsito, algo que nos habíamos desacostumbrado en los últimos días.
Fuimos derecho a una concesionaria Harley, Beeme y honda.
Me compré un almohadón inflable con una perita que modula la presión, un almohadón de gel y una calza de ciclista con protecciones en el culo.
Si después de ponerme todo eso, mañana el culo me sigue doliendo, abandono.
Muy felices, esta noche nos vamos a cenar con champagne para festejar.
Mañana salimos para, en dos días, cumplir el segundo objetivo:
Llegar a Prudhoe Bay.
El punto más norte del continente americano que se puede llegar por tierra.
Distante 1000 kms de aquí.
Por ripio
¡¡Allá vamos Prudhoe Bay!!
Sábado 16
Coldfoot, Alaska, EE. UU.
¡¡Sin señal ni Internet!!, así que no se cuándo enviaré esto.

Anoche en Fairbanks (es un decir, ya a está latitud el sol no se pone durante el verano) fuimos a festejar a un buen restaurante italiano.
Nuestro destino es Prudhoe Bay, o Dead Horse, que es lo mismo.
Es la población más al norte del continente.
Pero como queda a 850 kms de Fairbanks decidimos hacerlo en dos etapas.

Hoy llegamos a Coldfoot, mitad camino, mañana vamos a Prudhoe Bay y regresamos nuevamente a Coldfoot en el día.
Pasado, a Fairbanks de nuevo.
Salimos no muy temprano hacia la Dalton Hwy.
Este camino, en su gran mayoría de tierra, se hizo para la construcción
del gasoducto más grande de Norteamérica.

Efectivamente, desde Prudhoe Bay viene gas hasta el puerto de Valdez, Anchorage por más de 1300 kms en una obra faraónica que costó miles de millones de dólares.
Provee gas suficiente como para todo lo que gasta Argentina.
Asimismo, la Dalton se hizo famosa por la serie Los Camioneros del Hielo, que se emite por History Channel.
Claro que ellos lo hacen en invierno.

Apenas salimos comenzó a llover.
Los primeros 100 km de la Dalton son de asfalto.
La temperatura comenzó a bajar y se situó en torno a los 7 grados centígrados.
Lluvia, más viento, más siete grados igual a muy pero muy baja sensación térmica.
Los buenos equipos nos ayudaron a soportarlo.

En cuanto llegamos a la tierra, obviamente la lluvia, que persistía, la convirtió en barro.
Así que frío, lluvia y barro.
Si querías aventura Astegiano, aquí está.
Nuestras motos cargadas y con nosotros encima andan en los 400 kilos.
Nada fácil para el barro.

Estos yanquis son fantásticos, no sé qué le agregan al ripio (silicio dijo Martorano) que hace que quede como un asfalto.
Barro, pero firme.
Así anduvimos por 200kms. Empapados y embarrados hasta la médula. Pero sin frío.
Paramos en un campamento de los cuales aquí hay muchos por unas buenas sopas.
Los campamentos son una sucesión de contenedores unidos entre sí, adentro con toda la infraestructura que sólo los yanquis pueden proveer: restaurante, hotel, baños impecables, combustible, calefacción, etc.

Están hechos para los que trabajan aquí y eventualmente para algún turista.
Diez puntos.
Luego de la sopa paró la lluvia y continuamos por otros doscientos kms hasta aquí.
En el medio, cruzamos el círculo polar Ártico.
Todo un logro.
Coldfoot es un pueblo que tiene…. 10 habitantes!!
Estamos alojados en un campamento muy bueno, en dos dobles con baño privado aguardando para la cena Buffet en el mismo camp.
No Internet, no señal, no alcohol, no bares, no shops.
Sólo naturaleza.
Abrazos desde la tundra.
CONTINUARA...









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