2018 ALASKA, Sueño Cumplido. Capitulo 2 de 6
- Marcos Astegiano

- 6 jul 2020
- 6 Min. de lectura
Viernes 8
White Fish, Montana, EEUU
Hoy 600 kms por el estado de Montana.
No lo tenía.

Es como ir de la Angostura a Bariloche, pero por 600 kms.
Belleza por donde se lo mire
Estamos a sólo 100 km de la frontera con Canadá. En un pueblito llamado White Fish, hospedados en un lodge maravilloso.
Mañana hacemos Glacier Park aquí en los Estados Unidos y por la tarde cruzamos la frontera a la altura de Calgari.
Sin novedades con el viaje, excepto un ciervo que se le cruzó a Patxi y casi lo parte.
La Yamaha 10 puntos, excepto por el dolor de culo que me provoca el asiento.
Me siento como Freddy Mercury después de la fiesta...
Sábado 9
Canmore, Alberta. Canadá
Salimos muy temprano de White Fish con destino al parque Glacier.
Lo visitaríamos y al atravesarlo llegaríamos a la frontera con Canadá, distante 100 kms

Al hacer 50 kms por lugares maravillosos de lagos y bosques nos encontramos con que el camino se encontraba cerrado por nieve.
Desandamos esos kms y nos vimos obligados a hacer un rodeo que nos agregó 200 km.
Un total de 750 km hicimos hoy, siguiendo el trayecto de las rocallosas (Rocky mountains) que también se adentran en Canadá.
Hicimos una aduana veloz y eficiente.
Los paisajes siguen siendo de locura.
Un párrafo aparte merece el clima.

Hasta hoy, sol eterno y 24 grados de temperatura, con fresco aire de montaña.
Una maravilla para andar en moto.
Hoy había nubarrones por todos lados, que sumados a los verdes prados que nos circundaban se asemejaba a las películas de esos tipos que persiguen huracanes.
Cada vez que íbamos a una tormenta, el camino giraba y la evitábamos.

Apenas unas gotas para ensuciar la visera del casco.
Tuvimos mucha suerte.
Estadísticamente no creo que sigamos así.
Seguro nos mojaremos más adelante.
Ya estamos alojados en Canmore un pueblo de ski dentro del parque Banff en Canadá.
Mañana recorreremos el parque, con el objetivo de conocer el afamado Lake Louis y seguiremos al norte, por 600 kms hasta Prince George, en el corazón de la Columbia británica.
El culo, a la miseria.
Domingo 10
Prince George, British Columbia, Canada
La quemé
Amaneció lloviendo
Esa lluvia finita y fría de invierno (y acá estamos en verano)
Nubes bajas, cubriendo las montañas.
Salimos con destino a Lake Louis.
Había tanta neblina, y tanta lluvia que no vinos nada.
Por el frío, debimos de ponerle las manoplas a las motos. Eso demoró un par de horas en una estación de servicio.
Partimos con destino a Prince George, distante 630 kms.
Erramos el camino.
Hicimos 60 kms de más
Una vez en ruta, la lluvia se transformó en nevisca a medida que subimos.
Y en nevada luego.
Y tormenta de nieve, al cruzar el paso.
El frío era soportable gracias a los buenos equipos.
Pero en un momento llegó a 33 Fahrenheit. Es decir, menos de un grado Celsius.
Comenzó a acumularse nieve en el camino.
Nos tomamos unas rápidas fotos y seguimos.

Fueron 300 kms bajo lluvia y nieve.
Una aventura con mayúsculas
Una sopa caliente en Jasper ayudó a calentamos y recuperarnos.
Faltaban casi 400 kms.
Salimos, ya sin lluvia a alta velocidad para llegar rápido a destino.
Una patrulla de caminos se dio cuenta.
Y dio cuenta de nosotros.
Primer ticket (multa) por exceso de velocidad.
Íbamos apenas un 45% por encima del límite….
Pero esta gente no es muy tolerante.

Pero si piadosa.
Nos hizo precio y nos aplicó una multa leve.
A partir de allí, por 200 kms jamás pasamos los cien por hora.
Hijos del rigor
Desde hace más de 2000 kms los paisajes son lagos, montañas nevadas, bosques, pinares.
Increíble
Por ahí se extraña un buen basural al

lado de la ruta como tantos hubiera en nuestro país.
Extrema pulcritud en los paisajes y en las rutas empalaga.
Llevamos 4300 kms en seis días.
Es decir, un promedio de más de 700 por día
Es lógico que me duela el culo...
Hasta mañana.
Pd. Mucho frío hoy, pocas fotos.
Lunes 11
Fort Nelson, British Columbia, Canada Hoy hicimos 830 km

Uno de los días más largos del viaje hasta ahora
Claro que en Canadá, 830 km es como ir de Capital a Pilar, o de Mendoza a Chacras, o de Rosario a Fisherton.
Cuando uno, después de 12 horas de moto, ve en el mapa de Canadá la minúscula rayita que ha avanzado, se quiere matar.
Este país es IN MEN SO

Hoy podríamos haber atravesado Chile cinco veces y sólo hicimos un 10% de Canadá.
Llegamos a Fort Nelson, una ciudad importante y muy industrial, situada en el corazón de la boscosa Columbia británica.
Situada a latitud 58 grados norte. Es decir, si comparamos con Usuahia, estaríamos 100 kms más al sur de esa ciudad...

Los 830 kilómetros transcurrieron en su totalidad por bosques.
Una ruta perfecta, 30 metros de banquina a cada lado, con el pasto impecablemente cortado, y bosque (pinos principalmente) a cada lado.
Muy cerrado.
Cuando nos elevábamos podíamos ver la inmensidad de la extensión boscosa.
Imagínense de Mendoza a Rosario, o de Bs As a San Luis todo de verdes bosques.
Increíble.

Además, hoy el día estuvo nublado, con diferentes capas de nubes, que le daban distintas luces al paisaje. Increíble las vistas.
Todo el recorrido lo hicimos a no más de 100 km/h., la máxima permitida aquí.
Cuando manejamos nuestras motos a 130 km por hora o más, nuestro cerebro recibe dopamina y adrenalina, lo que nos concentra en la conducción y nos genera un placer que hace que todo lo demás pase a un segundo plano.
Eso es lo maravilloso de la moto.
A 100 por hora ocurre todo lo contrario
No hay estímulo, por lo que uno se aburre.
Se desconecta, se desconcentra y todo se hace tedioso.
Es, me atrevo a aseverar, hasta peligroso.
Porque uno está totalmente desconcentrado
Por supuesto que la policía de Canadá no coincide con nosotros.

Y como ellos son la ley, pues 800 aburridos kilómetros.
Uno no sabe qué hacer, y tiene muchas horas la cabeza dentro del casco, así que piensa.
Y la moto no es para pensar, sino para disfrutar.
Pero bueno, así fue.
Por supuesto que, al disponer de tiempo, el cuerpo te mantiene al tanto del dolor de culo entre otras cosas.
La fauna es una de las grandes atracciones de este lugar
Hasta ahora habíamos visto varios ciervos, un alce, el bisonte que se paseaba a nuestro lado, y otros menores.
Pero el gran trofeo es ver a un oso.
Ayer Santiago dijo que vio una osa con sus crías.
Pero como sólo él dijo verlo, no le creímos. O peor, creemos que alucinó. Y eso que hasta ahora no fumamos nada.
Hoy, unos kilómetros antes de llegar, vimos un oso gigante, de pie buscando algo en un árbol.
Nos paramos, y al regresar, se perdió despacito en la espesura del bosque.
No nos dio tiempo a sacar las cámaras.

Era un Grizzly, adulto, macho, de unos dos metros parado y unos 200 kilos.
Estaba en plena época de apareamiento
Lo supimos por la forma en que miró a Martorano.
Se le veía la libido en los ojos.
No me crean, no sé un carajo de osos.
Pero era negro e inmenso.
Un placer.

Unos kms más adelante, pasaron las tres motos de adelante, y despacito, delante mío comenzó a cruzar un lince.
Llegó hasta la mano contraria, y esperó a que yo pasará.
Frené y di la vuelta
Despacito se fue internando en el bosque, con sus orejas puntiagudas, mientras yo trataba de sacar la cámara.
No llegue a sacarme ni los guantes...
Y sí, hay muchos bichos en esta zona.
Los últimos kms hasta Fort Nelson nos sorprendió una lluvia finita, que sirvió para hacernos llegar mojados al buen hotel reservado
Mañana seguimos al norte, ya en el estado de Yukon.
Los dejo con una sonrisa de oreja a oreja.
Un día de moteada perfecta.
Martes 12
Watson Lake, estado del Yukon en Canadá

Hicimos fantásticos 520 kms en el día de hoy.
Siempre pensé que el camino a Alaska sería un par de horas con buenos paisajes y el resto estepa.
Como cuando uno viaja de Bariloche a Esquel.
Un rato bosque, otro, estepa.
Pues no, así llevamos 3500 kilómetros de bosque, lagos y montañas nevadas.
No se termina nunca lo lindo.

Canadá aporta pinos al mundo como China lo hace con personas a la humanidad.
Increíble.
Hoy se destacó la fauna.
Vimos cinco veces osos a la vera del camino.
Filmé a los cinco
A unos cuatro o cinco metros de distancia.
Con el motor en marcha y la primera engranada.
No vaya a ser....

Aquí los ataques de osos son frecuentes.
Luego vimos manadas de búfalos. Una de ellas, haciendo un piquete en el camino.
Y por supuesto, ciervos y carneros por doquier.
Bellísimo
La verdad que nunca pensé que iba a disfrutar tanto el hacer tantos kilómetros por día.
Las motos van sin darnos problemas, excepto el asiento en mi caso, que sigue torturando mis asentaderas. Hoy, particularmente con gran vehemencia.

A medida que avanzamos al norte, la infraestructura se va volviendo más precaria.
Las ciudades, los hoteles y las estaciones de servicio.
Pero no por ello menos pintorescas.
Lo notable es que hoy, al cumplirse una semana desde que comenzamos, todos hemos utilizado sólo dos remeras y dos calzones.

Un juego para viajar y otro para ir a cenar.
¡No se ensucian!
Ni toman olor.
Bah, José dice que probablemente hayamos perdido el sentido del olfato.
Eso lo explicaría todo.
La cuestión es que, en mi bolso, todavía no hay ropa sucia...
Mañana seguimos hasta Carmacks, pasado a Dawson Citi y si todo va bien, el viernes entraremos a Alaska
CONTINUARA...







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